¿Qué nos pasa si no nos duchamos durante un año?

Ducharse es uno de los hábitos higiénicos más básicos. Pero, ¿qué ocurriría si no lo hiciéramos durante un año? USA Today se ha hecho esa pregunta y la ha trasladado a algunos médicos. 1. Mal olor. La acumulación de bacterias y piel muerta produciría hedor. Se acumularía una proteína que produce nuestra piel que tiene un olor desagradable, más el olor que produciría la mezcla de estas bacterias acumuladas con nuestro sudor, explica Cameron Rokhsar, dermatólogo en el Mt. Sinai Medical Center de Nueva York. 2. Crecerían verrugas. La suciedad acumulada en la piel podría causar crecimientos verrugosos, explica Carolyn Jacob, miembro de la American Academy of Dermatology. Sobret todo, esto ocurriría en los lugares como las axilas, detrás de las orejas, el cuello y bajo los pechos, en el caso de las mujeres. Además, la piel muerta y la grasa natural del cuerpo se uniría formando una especie de manchas marrones.

3. Infecciones. Llevar tal carga de bacterias sobre la piel puede ser muy peligroso si sufres algún tipo de herida o corte. Con la piel sucia, se multiplica el riesgo de sufrir una infección, explica Lauren Ploch, otra miembro de la American Academy of Dermatology. 4. Picor en la cabeza. Una capa de piel muerta se iría acumulando en la cabeza, provocando intenso picor. El pelo, además, se enmarañaría y se llenaría de nudos. 5. Acné. Al tener la piel cubierta de bacterias, los folículos pilosos corren riesgo de inflamarse, provocando acné y granos. 6. Problemas en la ingle. Es una zona muy sensible en la que pronto surgirían erupciones cutáneas y un fenómeno llamado intertrigo, que conlleva picor e incluso dolor. 7. Suciedad en los pies. El espacio entre los dedos de los pies se llenaría de hongos, que pueden amenazar la zona de la entrepierna. Se pueden transmitir al ponerte los pantalones o la ropa interior. El doctor Roksar cree que tras un año sin duchas, al menos haría falta una semana para recuperarse, aunque la doctora Ploch aumenta ese período.

Noticia obtenida de: http://www.20minutos.es/noticia/3018317/0/no-ducha-ano-cuerpo-salud/

Un paralítico vuelve a andar después de que le implanten un electrodo en la espina dorsal

Un paciente de 26 años con la espina dorsal dañada, no podía moverse ni sentir nada del torso para abajo. Sin embargo, gracias a la implantación de un dispositivo ha vuelto a caminar.

El hombre se preparó para este momento realizando una terapia física de 22 semanas y tres entrenamientos semanales que le permitieron reforzar los músculos. Esta rehabilitación combinada con la tecnología permite que las personas paralíticas puedan mover de nuevo aquellos músculos que tenían inmovilizados.

Después de la terapia física, el paciente se sometió a cirugía para que los médicos le implantaran un electrodo en el espacio epidural, cerca de la espina dorsal y por debajo del área lesionada.

El electrodo está conectado a un dispositivo por debajo de la piel en la parte del abdomen. Su función es enviar corriente eléctrica a la médula espinal, permitiendo crear movimiento.

El joven, que llevaba sin ponerse de pie desde que le diagnosticaron la lesión, reanudó la terapia física para que los expertos ajustaran la estimulación eléctrica, tras lo cual fue capaz de controlar sus músculos mientras estaba tumbado, hacer movimientos de forma escalonada mientras estaba acostado de lado y permanecer de pie de manera independiente utilizando sus brazos como soporte.

«Estamos muy emocionados porque nuestros resultados fueron más allá de nuestras expectativas. Estos son los resultados iniciales, pero nuestro objetivo es que el paciente siga progresando», explica Kendall Lee, líder de la investigación publicada en la revista Mayo Clinic Proceedings.

Noticia obtenida de: http://www.antena3.com/noticias/salud/paralitico-vuelve-andar-despues-que-implanten-electrodo-espina-dorsal_2017040958ea62d20cf2f2c8756151b5.html

Un estudio confirma que la cerveza no engorda y que podría formar parte de una alimentación saludable

La profesora y doctora, Ascensión Marcos, directora del Grupo de Inmunonutrición del Departamento de Metabolismo y Nutrición del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN), sostiene que un consumo moderado de cerveza podría formar parte de una alimentación equilibrada, según la ponencia que ha impartido este jueves sobre los ‘Efectos de un consumo moderado de esta bebida fermentada sobre la composición corporal’, en el marco del II Congreso de Obesidad y Complicaciones Metabólicas que tiene lugar estos días en Sevilla.

Existe una creencia popular de que la cerveza, por su contenido calórico, engorda. Sin embargo, tal y como se expone en el II Congreso de Obesidad y Complicaciones Metabólicas, numerosos estudios han cuestionado esta idea, y han comprobado que el consumo moderado de bebidas fermentadas no está relacionado con sufrir obesidad, ya que el aporte calórico de estas bebidas es bajo. Así, la causa de ese sobrepeso no estaría en la bebida, sino en los malos hábitos alimenticios, la vida sedentaria e incluso la genética.

En la conferencia, se hace referencia a algunos de esos estudios, entre los que destaca ‘Asociación entre el consumo moderado de cerveza tradicional y sin alcohol y la composición corporal’, que afirma que un consumo moderado de cerveza, ya sea tradicional o sin alcohol, no provoca aumento de peso ni modificaciones en la composición corporal.

Además, las mediciones antropométricas realizadas a los participantes no mostraron cambios en la circunferencia del brazo, cadera y cintura, ni alteraciones significativas en los pliegues cutáneos. De igual forma, la investigación ‘Relación entre el consumo moderado de cerveza, calidad nutricional de la dieta y tipo de hábitos alimentarios’, realizada por la doctora Rosa María Ortega Anta, catedrática del Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, y por el doctor Lluís Serra Majem, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, concluye que las personas que ingieren cerveza de forma moderada suelen presentar mejores hábitos alimentarios y mayores niveles de HDL (colesterol bueno) y menores de LDL (colesterol malo) que los no consumidores.

Además, el estudio también afirma que los consumidores moderados que participaron presentaron una composición corporal más adecuada, considerándose un consumo moderado tres cañas diarias en el caso de los hombres y dos cañas diarias para las mujeres.

Estos resultados pueden deberse a la baja cantidad calórica de esta bebida fermentadas, 90 kcal en una caña de 200 ml, y un porcentaje aún más pequeño en el caso de la cerveza sin alcohol, con una media de 34 kcal para la misma cantidad. Por ello, la profesora y doctora, Ascensión Marcos en su documento ‘Efectos de un consumo moderado de cerveza sobre la composición corporal’ considera que, «es necesario desterrar el falso mito de la barriga cervecera, ya que la bebida no es culpable de la obesidad».

Por otra parte, diversos estudios determinan que la cerveza podría formar parte de la dieta mediterránea y que, gracias a su bajo contenido alcohólico y calórico, puede ser un buen acompañamiento en las comidas. De hecho, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) incluye la cerveza en la Pirámide de la Alimentación Saludable, principal referente en materia nutricional donde se integran todos los alimentos propios de nuestra dieta.

Asimismo, por su composición rica en ingredientes naturales como son el agua, lúpulo y cebada, y su alto contenido en vitaminas y minerales, la cerveza puede producir efectos positivos para el organismo, siempre que sea consumida con moderación por individuos adultos y sanos. Por ejemplo, el elevado contenido en polifenoles (antioxidantes naturales), le otorga un alto poder antioxidante y antiinflamatorio, proporcionando efectos protectores sobre el sistema cardiovascular.

Noticia obtenida de: http://www.antena3.com/noticias/salud/estudio-confirma-que-cerveza-engorda-que-podria-formar-parte-alimentacion-saludable_2017031658cb09320cf2453280c19905.html

 

Cantar en la ducha es bueno para la salud

Son muchas las personas que debajo del grifo calientan sus gargantas y convierten la ducha en el escenario de un karaoke. Pero pocas son las que saben que, además de hacer más divertido el momento del baño, cantar es beneficioso para la salud.

Según un estudio realizado en la Universidad de Frankfurt (Alemania) las personas que habían cantado liberaron endorfinas en el sistema nervioso que ayudan a sentirse más animado y enérgico. Esto provocó que aumentaran los niveles de inmunoglobulina A (que funciona como anticuerpo) y de hidrocortisona, la hormona contra el estrés. Por esta razón, comenzar el día cantando bajo la ducha es una buena opción para tener energía.

Cantar ayuda también a ejercitar los pulmones y llega a tonificar los músculos abdominales e intercostales, además de estimular la circulación, por lo que ayuda al buen funcionamiento del cerebro. El tipo de ejercicio que se realiza al cantar ayuda a combatir los ronquidos, al activar los músculos de la garganta. Al cantar, también se respira más profundo, por lo que el cuerpo recibe más oxígeno, beneficio que también ayuda a aumentar la capacidad aeróbica, una característica importante si se practican otros deportes.

Otra de las cosas positivas es que cantar fortalece la memoria. ¿Cómo? Es obvio que en la ducha, en el coche, o por la calle no vamos a meter ningún papel o aparato que muestre la letra de la canción. Por ello, recordar lo que dice nuestra canción favorita combate las pérdidas de memoria.

Además de estas razones fisiológicas, existen otros aspectos externos que harán recapacitar a aquellos que todavía no canten en la ducha: la acústica del baño es perfecta. Esta habitación actúa como caja de resonancia en la que rebotan las ondas y la voz parece más potente. nadie va a decir si cantas mal o bien. Por tanto, la felicidad aumentará al disfrutar cantando e interpretando las letras de las canciones.

Noticia obtenida de: http://www.heraldo.es/noticias/suplementos/salud/2017/03/06/cantar-ducha-bueno-para-salud-1160420-1381024.html

En invierno tome fresas, cítricos, espinacas, brócoli, conejo y pescado azul

No es difícil encontrar cualquier alimento en el mercado, sin importar la época del año en la que estemos. Pero, globalización y métodos de cultivo modernos a un lado, lo cierto es que toda fruta, verdura, carne o pescado tiene su época dorada. Ésa en la que mantiene las propiedades nutricionales, la textura y el sabor intactos.

«Además de una mejor relación calidad-precio, consumir productos de temporada garantiza la sostenibilidad del medio ambiente«, señala Luis Morán, decano del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía (Codinan) y profesor asociado de la Universidad Pablo de Olavide. «Más allá de la estacionalidad, también es importante velar por la cercanía del alimento. De este modo, se reduce el gasto en transporte y, al tener que pasar menos tiempo en cámaras frigoríficas, se conservan mejor las propiedades», añade.

Durante la época de frío, el cuerpo debe ajustarse a temperaturas bajas y a la falta de sol. Para ayudarle, nada mejor que ingerir alimentos propios del invierno. Productos que proporcionan las calorías y nutrientes que el organismo necesita. Asimismo, los dietistas-nutricionistas alertan: pese a los grados bajo cero, y aunque no apetezcan, es importante no dejar de lado ensaladas, frutas o bebidas frías como el agua.

Para Morán, el fresón es la fruta por excelencia para estos meses de invierno. Este producto es rico en vitamina C y otros fitonutrientes de alto contenido en antioxidantes, sustancias que, según el experto, «nos protegen frente a la aparición del cáncer y otras enfermedades«. Su origen onubense -Huelva es uno de los principales productores- y que es una comida rica en fibra son otros de los motivos por los que consumirlos. Pese a que no es 100% autóctono -Nueva Zelanda es uno de los principales países exportadores-, desde Codinan también recomiendan el kiwi, un alimento de temporada que contiene mucha fibra y vitamina C que «fortalece el sistema inmune e incide en la flexibilidad«.

En cuanto a los cítricos, tienen vitamina C, que refuerza el sistema inmunológico, son perfectos para resistir las bajas temperaturas y combatir los resfriados. Morán recomienda naranjas, limones y mandarinas. Estos productos son ricos en fibra y ayudan a mejorar el tránsito intestinal. Además, gracias a su cáscara dura conservan mejor los nutrientes. «A los fumadores, se les recomienda tomar el doble», asevera el dietista-nutricionista. El plátano, abundante en hidratos de carbono, es otro de los alimentos fundamentales, especialmente, en deportistas.

Por su contribución en la mejora del sistema inmune y la presión sanguínea, por su alto contenido de fibra y calcio y por su bajo aporte calórico, las espinacas y las acelgas destacan entre las verduras invernales. «No se tienen por qué comer frías, se pueden cocinar», defiende Morán. Aún así, el vegetal clave de la estación más fría del año es el brócoli. «La col lombarda y la coliflor también valen. Se consideran primas hermanas», apunta el decano de Codinan: «Existen estudios que corroboran sus beneficios en pacientes oncológicos«, reitera el experto: «Es perfecto para quienes están a dieta o tienden a engordar».

El apio, vegetal que se puede consumir tanto crudo como cocido, es otra de las verduras de temporada. Según Morán, «su actividad antioxidante influye en la presión sanguínea y la tensión arterial«. A su vez, este verde impulsa la acción diurética del organismo y favorece la eliminación de líquidos.

La carne y el pescado también tienen su época del año más indicada. En aras de mantener a raya el peso y por sus proteínas de alto valor biológico -propias de los seres humanos-, en meses de bajas temperaturas, Morán aconseja pasarse al pavo y abandonar el pollo. Lo mismo ocurre con el conejo, un gran desconocido ideal para el invierno con poca grasa y rico en hierro.

Aunque, independientemente de la estación, se recomienda comer dos veces por semana pescado azul, que cobra especial relevancia durante el invierno. Su alto contenido en ácidos grasos polinsaturados -omega 3- lo convierten en un alimento beneficioso para la salud arterial. Así, su consumo disminuye el riesgo de arritmia cardiaca, ayuda al aparato circulatorio y previene la artritis, gran protagonista del invierno. «El pez espada y el salmón son los peces azules más propicios para esta época«, destaca Morán: «También las almejas, ricas en yodo, evitan la aparición del bocio«. Eso sí, el dietista-nutricionista es tajante: «ninguno de estos alimentos de temporada va a aportar ventajas si se consume aislado. Lo fundamental es mantener siempre una dieta sana y equilibrada».

Noticia obtenida de: http://www.elmundo.es/vida-sana/estilo-y-gastro/2017/02/08/589479a8e2704ed65d8b45d8.html?cid=MNOT23801&s_kw=en_invierno_tome_fresas_citricos_espinacas_brocoli_conejo_y_pescado_azul

 

Consejos para evitar problemas de insomnio

Se estima que un 30% de la población tiene problemas de insomnio, y al menos el 10% de estas personas padecen estos episodios de manera crónica. ¿Qué hay que hacer para no padecerlos?

Los expertos apuntan a una «buena higiene del sueño« para evitar este trastorno que hace mella en la calidad de vida de quienes lo sufren a diario, pudiendo derivar en los casos más graves en una incapacidad.

«Hay que darle al sueño la importancia que tiene y no se le está dando. Se considera que una persona que duerme poco o que tiene insomnio a nivel social no es trascendental, pero lo cierto es que el problema concierne a diferentes esferas de su vida personal y laboral», advierte María Ángeles Abad, trabajadora social de Asenarco, la única asociación de pacientes que de forma gratuita atiende a enfermos de todas las patologías y trastornos del sueño.

Estos son algunos consejos prácticos que brindan desde la asociación para prevenir este trastorno cuidando los hábitos de sueño, fundamentalmente, por las noches:

  • Reducir el uso del teléfono móvil y otros dispositivos luminosos. «Estamos viendo que el tema de las nuevas tecnologías está afectando mucho a los niños. «El regalo estrella es la tablet y muchos padres ignoran todo lo que estas están suponiendo para ellos», advierte esta experta, quien recomienda dejar de usar estos dispositivos antes de acostarse.
  • Apagar los móviles y el WhatsApp. Cualquier interrupción vinculada al uso de estos aparatos rompe el ciclo del sueño, que suele durar de 90 a 100 minutos. «A lo largo de este proceso, pasamos por cinco fases : 1 y 2 –ligero-, 3 y 4 (profundo) y la fase 5 (REM). Cada una de esas fases tiene su importancia y hay que cuidar ese descanso», reivindican los expertos.
  • Trabajar el factor psicológico. Detrás del insomnio, los expertos advierten que suele haber un factor psicológico. «Cuando se va al médico de Atención Primaria, lo primero que se les da es una pastilla y debemos vigilar esto. El insomnio es un síntoma de otra cosa, y hay que buscar el por qué. Si no incido en eso, llegará el momento en que esa pastilla no surta efecto«, explica Abad.
  • Controlar el estrés diario. Muchas veces, el insomnio viene derivado de la vida que llevamos, del estrés, las prisas y de esas vueltas que le damos a cabeza cuando es el momento de acostarse y descansar. «La noche no es para solucionar problemas. Hay personas que simplemente son muy nerviosas y se angustian si ese sueño no llega, entrando en un círculo vicioso. Hacer ejercicios de relajación o practicar yoga puede ser beneficioso para estos pacientes que han probado de todo y no consiguen dormir», concluyen los expertos.

Noticia obtenida de: http://www.heraldo.es/noticias/suplementos/salud/2017/02/07/consejos-para-evitar-problemas-insomnio-1157168-1381024.html

 

¿Se pueden reutilizar las botellas de plástico?

Casi la totalidad de las botellas de plástico de agua envasada tienen un su etiqueta un icono en el que aparece la frase: ‘No rellenar’. Otras también añaden ‘por su seguridad’. Pero, ¿por qué? Aquí es donde llega la alarma, “toda la vida rellenando las botellas, y ahora, vienen con esto”.
Es cierto que en términos generales, reutilizar las botellas de plásticos no tiene efectos perjudiciales para la salud. Sin embargo, existen algunas recomendaciones para acortar la vida útil de las botellas de plástico de agua envasada.

La primera razón por la que no reutilizar las botellas de plástico es para evitar que se formen microorganismos. Siempre se quedará alguna gota estancada al final de la botella creando un entorno perfecto para la proliferación de pequeñas bacterias. Esto no ocurre de la misma forma en botellas de vidrio porque los mircroorganismos se adhieren mejor en materiales plásticos y con recovecos.

También existe la posibilidad de que el BPA o Bisfenol A, el material con el que se hacen las botellas, ceda componentes tóxicos al agua que estas contienen. La cantidad de estos tóxicos que se liberan es tan mínima que no se considera perjudicial para la salud. Aún así, el tiempo que permanenza el agua en la botella, el número de reutilizaciones y si se ve afectada por temperaturas extremas sí que pueden variar la probabilidad de ceder estos componentes.

Estas son algunas de las razones más científicas para no reutilizar las botellas de plástico. A pesar de no suponer riesgo aparente para la salud, hay un motivo cierto para no rellenar las botellas: los olores y características que puede adquirir el líquido tras entrar en contacto con una botella reutilizada. Y no solo el líquido, si no la botella que puede ser la que adquiera olores y matices que luego impregne al líquido puro.

Una solución podría ser el uso de botellas de PET, que son reciclables, reutilizables y no contiene Bisfenol A. Aunque no es perjudicial reutilizar botellas, si puede serlo al cabo del tiempo. Comprueba con este test si necesitas renovar tu botella de plástico.

El lazo que une estrés e infarto

En 2008, un estudio de la Universidad de Cambridge demostró que las crisis bancarias disparan las muertes por problemas de corazón. Según sus datos, el miedo y la angustia de ver peligrar los ahorros de toda una vida pueden provocar un aumento del 6,4% de los fallecimientos por infarto, al menos en los países ricos.

Pero éste no es el único trabajo que ha sacado a la luz los lazos que existen entre el estrés y la salud cardiovascular. De hecho, hace tiempo que los médicos saben que el corazón y el cerebro se resienten con la presión y las tensiones, aunque, hasta ahora, no estaban claros los mecanismos que explican esta relación.

Una investigación publicada en el último número de la revista The Lancet describe, por primera vez, todos los posibles eslabones de esa cadena. Y señala que la actividad de la amígdala, una parte del cerebro involucrada en el manejo de las emociones, es clave para iniciar el proceso. Es más, sugiere que la actividad de la amígdala puede ser útil para predecir, de forma independiente a otros factores de riesgo, la posibilidad de padecer un problema cardiovascular.

Aunque sus conclusiones necesitan confirmación, los autores de la investigación sugieren que el hallazgo puede ayudar a encontrar nuevas formas de reducir el riesgo cardiovascular y piden que el estrés crónico se trate en las consultas como un factor de riesgo cardiovascular importante, recibiendo una atención similar a la que se presta a otros signos de alarma, como la hipertensión o el tabaquismo.

La investigación

Para llevar a cabo su trabajo, los investigadores sometieron a 293 individuos sin problemas cardiovasculares previos a un PET-TAC, una prueba que combina dos técnicas de imagen y permite ver la actividad y el metabolismo de los tejidos y órganos del cuerpo. Después, registraron durante casi cuatro años cualquier problema cardiovascular experimentado por los participantes.

Al estudiar los datos obtenidos -durante el seguimiento un total de 22 personas sufrieron un infarto, una angina o un ictus-, los investigadores de la Universidad de Harvard, dirigidos por Ahmed Tawakol, comprobaron que los que presentaban una mayor actividad amigdalar tenían también un mayor riesgo de padecer antes un problema cardio o cerebrovascular. Esa activación se asociaba, a su vez, con una mayor actividad de la médula ósea y con signos claros de inflamación de las arterias.

Aunque los investigadores no han podido establecer una relación causal, sugieren la existencia de un mecanismo en cadena entre los fenómenos observados: los incrementos en la actividad de la amígdala provocarían un mayor trabajo de la médula ósea que, espoleada desde el cerebro, aumentaría su producción de células hematopoyéticas, como glóbulos blancos. En última instancia, estas células alterarían el estado de las arterias, provocando inflamación y favoreciendo la formación de placas de ateroma, la antesala de la isquemia.

En un subexperimento dependiente de la investigación principal, los científicos evaluaron posteriormente los niveles de estrés percibidos por 13 individuos con problemas de estrés crónico -como trastornos de estrés postraumático-. Y comprobaron que sus percepciones de estrés se asociaban con una mayor actividad amigdalar, un incremento de la inflamación en las arterias y un aumento de sustancias relacionadas con la inflamación, como la interleukina 6 o la proteína C reactiva. En concreto, los individuos que manifestaban sufrir unos mayores niveles de estrés eran también los que mostraban una mayor actividad amigdalar, así como más signos de inflamación en sus vasos sanguíneos.

«Varios estudios en animales habían señalado antes que había una asociación entre el estrés y una mayor actividad de la amígdala y la médula ósea. Sin embargo, no se había demostrado, como hace este trabajo, todo un mecanismo fisiopatológico que subyace a la relación entre estrés e infartos», apunta María Alonso de Leciñana, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (SEN), quien recuerda, con todo, que las conclusiones del trabajo deben ser replicadas por nuevas investigaciones.

Estos trabajos deberán dilucidar también si el estrés contribuye, por otras vías, a elevar el riesgo cardiovascular y de qué forma se combinan sus efectos con otros factores de riesgo cardiovascular.

A la espera de nuevos resultados, los autores de la investigación sugieren que es importante que los médicos tengan en cuenta la necesidad de abordar los problemas de estrés cuando los detecten en las consultas ya que, «más alla del beneficio psicosocial», este abordaje puede redundar en «beneficios para el sistema cardiovascular».

Para estos científicos, el estrés no ha recibido la misma consideración que otros factores de riesgo -como la hipertensión o el tabaquismo- a la hora de prevenir problemas cardiovasculares. Sin embargo, Manuel Abeytua, presidente de la sección de Riesgo Cardiovascular de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), señala que la relación entre la ansiedad y los problemas de corazón es bien conocida entre los cardiólogos y sí se aborda, sobre todo, en la prevención secundaria. «Los servicios de rehabilitación cardiaca cuentan, de hecho, con un psicólogo y psiquiatra y una de las cosas que se trabaja con los pacientes es el manejo del estrés», señala.

Uno de los problemas ligados a la consideración del estrés como factor de riesgo independiente es la dificultad de separarlo de otros signos de alarma, ya que las personas estresadas tienden a fumar más, llevar una alimentación pobre y una vida sedentaria. En este sentido, lo importante es recordar que cuantos más factores de riesgo se acumulen, mayores son también las posibilidades de sufrir un infarto, recuerdan Abeytua y Alonso de Leciñana.

Noticia obtenida de: http://www.elmundo.es/ciencia/2017/01/12/587684aa268e3ed2448b4598.html

 

¿Es beneficioso para los deportistas consumir cerveza 0,0 isotónica?

Tras un ejercicio intenso, el deportista debe reponer los electrolitos del organismo ante pérdidas importantes de energía. Es por eso que las bebidas que contienen una cantidad adecuada de agua, hidratos de carbono y minerales proporcionan beneficios necesarios para una correcta recuperación tras la práctica deportiva.

Este tipo de bebidas, conocidas como isotónicas, se caracterizan por contener estos ingredientes disueltos en el agua en niveles similares a los de la sangre: un beneficio importante debido a la rápida absorción en el intestino de este tipo de líquidos que pasan al torrente sanguíneo de forma eficaz mejorando así la hidratación y manteniendo la funcionalidad del aparato digestivo.

Una conocida marca de bebidas ha lanzado recientemente una nueva bebida para deportistas, promocionada por estrellas del deporte y presentada bajo un formato de cerveza 0,0 isotónica. Pero su salida al mercado ha llevado a la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED) y al Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) a alertar -sin especificar la marca- sobre la ineficacia de este producto, por no cumplir con los criterios y garantías necesarios para ser recomendado ni para el deporte ni para la actividad física.

Asimismo, hicieron especial énfasis en las consecuencias de comercializar este tipo de bebida bajo el nombre de una cerveza, hecho, que, según los médicos, «constituye una forma de entrada al consumo de alcohol de los más jóvenes, e incluso, de los niños». La adaptación precoz del niño u adolescente que practica deporte al sabor de la cerveza utilizando como estímulo y referencia ídolos deportivos, afirmaron los expertos, constituye un nuevo ejemplo de publicidad con clara intencionalidad subliminal contraria a la promoción de la salud.

De esta manera, la primera y única empresa comerciante de esta bebida, Mahou San Miguel, ha defendido su posición afirmando a EL MUNDO estar muy tranquilos con su producto y «muy seguros de sus propiedades y beneficios para el consumidor». La empresa cervecera con 125 años de historia asegura estar muy sorprendida con el comunicado por no responder a un «análisis riguroso» de su producto. «Los argumentos que de él se desprenden denotan un claro desconocimiento del mismo», aseguran desde la marca. Por este motivo, han enviado una carta a la SEMED y el CGCOM respondiendo, punto a punto, a sus afirmaciones que, según Mahou San Miguel, «carecen de fundamento en lo que se refiere a San Miguel 0,0 Isotónica».

Así pues, en su desacuerdo con el comunicado, la empresa cervecera ha afirmado que el mismo»se refiere en todo momento a una cerveza isotónica, no siendo el caso de San Miguel 0,0, que se presenta como una cerveza sin alcohol isotónica, elaborada respetando el proceso cervecero tradicional y con un 100% de ingredientes naturales como es el agua, un 100% de malta de cebada, lúpulo y aromas naturales». En lo que respecta a las propiedades hidratantes de esta bebida, la empresa asegura que es «altamente hidratante al contener aproximadamente un 92% de agua y no contener alcohol».

Destacan, también, la aportación de carbohidratos simples, maltodextrinas y otros componentes como vitaminas y otros antioxidantes, todos ellos provenientes de la cebada. «En el caso de San Miguel 0,0 Isotónica, gracias a una ligera modificación de su proceso de elaboración se consigue un equilibrio en su contenido de nutrientes (hidratos de carbono naturalmente presentes en la cerveza y otros componentes) que hace que esta cerveza presente propiedades isotónicas», han constatado.

Señalando ser fruto de la experiencia y conocimiento cervecero del equipo de Investigación, Desarrollo e Innovación de la empresa, señalan «la concentración en el producto de sustancias disueltas similar a la concentración de las mismas en la sangre, hecho que facilita que el agua y otros componentes presentes en la bebida se absorban de manera rápida y eficaz». Además, el producto se encuentra dirigido a adultos de entre 25 y 55 años de edad, con una vida activa y que practican deporte varias veces por semana. «A ellos se dirige también nuestra publicidad, cumpliendo fielmente el Código de Autorregulación Publicitaria del sector cervecero español», han subrayado.

Desde la marca, disienten de la visión de los médicos en cuanto a la asociación que pueda tener la cerveza y el deporte para jóvenes y niños. «Son productos que, por supuesto, no se dirigen a menores, sino a personas adultas», han subrayado.

No obstante, incluso las cervezas comercializadas como «0,0» tienen una proporción ínfima de alcohol, inferior al 0,05%. Según Mahou San Miguel, «estas trazas son insignificantes nutricionalmente hablando y son inferiores a las que pueden presentar, por ejemplo, una fruta madura. De hecho, están muy lejos del límite máximo que establece la normativa de bebidas refrescantes, con una cantidad de alcohol 10 veces mayor (0,5%). Por ello podemos afirmar que no tiene alcohol«.

Sin embargo, la SEMED y el CGCOM señalan en el comunicado las consecuencias que pueden tener una inadecuada hidratación en las actividades físicas y deportivas. «Pueden ser muy peligrosas para la salud, provocando en, algunos casos, problemas graves y desenlaces fatales». Asimismo, señalaron sus objetivos, fijados en hacer llegar a la sociedad en general- y a los deportistas en particular- informaciones veraces, asequibles y desprovistas de cualquier interés comercial, para que la actividad física y deportiva sea saludable y satisfactoria para el deportista.

Noticia obtenida de: http://www.elmundo.es/salud/2016/12/20/58455c9222601d4d4f8b45d9.html

Las graves consecuencias de la contaminación

Los efectos de la contaminación sobre la salud se empezaron a investigar en los años 50 a raíz de una situación similar a la que vive Madrid estos días, aunque con niveles de contaminación mucho menores que los actuales. La inversión térmica provocó que los niveles de dióxido de sulfuro y de partículas en suspensión se disparasen en la ciudad de Londres y los médicos comenzaron a darse cuenta de que los ingresos hospitalarios por enfermedades respiratorias y cardiovasculares aumentaban. Y también lo hizo la mortalidad durante aquellos días.

Las crisis de asma, los infartos o las exacerbaciones de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) son algunas de las consecuencias de los picos de contaminación. Pero la mala calidad del aire afecta a la salud humana no sólo durante los episodios de altos niveles, sino que también lo hace de forma crónica, incluso con medidas consideradas bajas. Los principales efectos de la exposición a largo plazo detectados por la ciencia van desde problemas del desarrollo cognitivo en niños, el bajo peso al nacer o la aparición de asma (sobre todo en niños), hasta el cáncer de pulmón, las enfermedades cardiovasculares o problemas de fertilidad.

La composición y los niveles de contaminación varían de un sitio a otro dependiendo de la intensidad del tráfico, del tipo de flota (proporción de vehículos diésel y de gasolina), del mapa urbanístico y de las condiciones climáticas.

Es cierto que existen unos límites legales máximos marcados por la legislación europea y que hay también fronteras marcadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) -mucho más estrictas que las marcadas por la ley- que no se deberían sobrepasar. No obstante, los estudios realizados en busca de los umbrales de seguridad revelan que no existen niveles mínimos para que no haya efectos sobre la salud. Con respecto a las partículas emitidas por los vehículos diésel, por ejemplo, no hay un umbral de efecto sobre la salud cero. Ni siquiera los máximos recomendados por la OMS son inocuos.

Pero esto no debe desviar la atención del problema de la mala calidad del aire en las ciudades. Cuanto menor es el nivel de contaminación, menores son los efectos sobre la salud de los ciudadanos. Ha habido ejemplos sonados, como los Juegos Olímpicos de Pekín o el fin del carbón en Dublín en los años 90, en los que una reducción drástica de la contaminación urbana hizo que descendieran los problemas respiratorios y también los cardiovasculares.

Noticia obtenida de: http://www.elmundo.es/salud/2016/12/29/58640c0fca47410a388b45a9.html