La alimentación constituye uno de los pilares claves de nuestra salud, sin embargo, a veces, no sabemos qué cantidades son las adecuadas o cuáles son los límites de ciertos nutrientes que no deberíamos sobrepasar: ¿Tenemos realmente conocimiento de lo que comemos? ¿Necesitamos más información por parte de los especialistas? Algunos estudios recientes exponen cómo es la alimentación de la población española, qué opinión tienen los ciudadanos sobre la misma y qué es lo que saben sobre las claves de una dieta sana y equilibrada.
Según la encuesta Mitos y Errores en Alimentación en la población española, presentada recientemente por la Fundación Española del Corazón, «uno de cada cinco españoles considera que su dieta merece un suspenso».
Según explica a EL MUNDO Carlos Macaya, presidente de la FEC, «el aspecto positivo de estos datos es que el grado de información que tiene la población sobre la dieta es aceptable». El 83% de los encuestados sabe que el pescado azul es fuente de omega 3 y el 47% asocia el consumo de omega 3 con beneficios cardiovasculares, explica. Sin embargo, la mala noticia es que después no cumplen las recomendaciones: «Los más jóvenes son los que menos las cumplen y los mayores los que más», afirma Macaya.
Otra encuesta realizada en septiembre de este mismo año, en este caso una nueva pregunta de IMOP-Berbés, eleva el porcentaje de españoles que considera que su dieta debería mejorar a un 40%. De ellos, un 37% consideraba que perfeccionarían su nutrición consumiendo mayor cantidad de frutas y verduras.
Además, el 70% de los encuestados por la FEC reclamaba «más consejos nutricionales por parte de los profesionales a sus pacientes», y «más del 50% consideraba insuficiente la información nutricional en el etiquetado».
Cantidades necesarias y recomendadas
Si hay algo clave para nuestra alimentación, además de conocer los alimentos que son mejores para nuestra dieta, es saber en qué cantidades se han de ingerir: ¿Llegamos a las cantidades recomendadas sanitarias o bien nos pasamos de ellas? ¿Cuánto deberíamos comer realmente de cada macronutriente y grupos de alimentos a diario?
Para conocer estos datos, la Fundación Española de la Nutrición (FEN) ha realizado el estudio ANIBES, una investigación transversal que recoge datos antropométricos, la ingesta de macronutrientes y micronutrientes y sus fuentes, así como el nivel de actividad física y datos socioeconómicos, en una muestra de 2.009 individuos de entre nueve y 75 años. En el marco de esta investigación, el documento Distribución de macronutrientes y fuentes alimentarias en la población española detalla cuáles son las cantidades de cada macronutriente que toma la población y cuáles son las que se deberían tomar según las recomendaciones de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
1. Proteínas
«Las calorías totales diarias de proteínas no deberían superar el 15%. Por el contrario, la cantidad recomendable estaría entre el 10-12%», afirma Gregorio Valera, presidente de la FEN, miembro del comité científico del estudio ANIBES y coordinador del mismo. Según los datos de esta investigación, en España nos pasamos de las cantidades recomendadas (ver gráfico bajo estas líneas). En este sentido, «el 10% de esta muestra tiene una ingesta diaria de proteínas situada dentro de los rangos de ingesta recomendados, el 30% estaría en los límites de cumplimiento de estas recomendaciones y más del 30% excede el límite de las recomendaciones de ingesta de proteínas«, recoge el informe.
2. Hidratos de carbono
Según las recomendaciones, «el porcentaje de energía de calorías a partir de los hidratos de carbono debe oscilar entre un 50-60% del total de energía total, incluso la OMS indica que deben aportar entre el 50% y el 75% del total de la energía de la alimentación diaria», afirma Valera. Además, lo más aconsejable sería que «un porcentaje muy elevado de estos hidratos de carbono que necesitamos fueran en forma de cereales y derivados, legumbres, verduras, hortalizas y frutas», añade.
Cabe destacar la importancia de las legumbres en nuestra dieta: se deberían tomar tres raciones por semana, algo que, por regla general, no se cumple: «Las legumbres son fuente de proteínas, de los hidratos de carbono complejos (los de digestión lenta que hacen que nuestro azúcar no sufra fluctuaciones muy rápidas), fuente de fibra y, además, es un alimento barato y propio de nuestra gastronomía», afirma.
Por otro lado, y en cuanto al aporte de cereales, mejor siempre integrales que no integrales. Es decir, «lo integral debe superar a lo no integral, porque aporta más fibra y es capaz de retener algunos componentes nutricionales. Por ello, es importante que en lo posible se tome más integral, pero esto no quiere decir que no se puedan tomar productos no integrales», aclara Valera.
En cuanto a los azúcares, y según la recomendación de la OMS, «no deberíamos consumir más de un 10% del total de la energía en forma de azúcares añadidos (los que no están de forma natural en los alimentos)», aclara este experto. «La mayor preocupación no es por los azúcares naturales presentes en los alimentos, sino que reside en que no aumentemos el exceso de los azúcares añadidos en nuestra dieta que no podemos incluir más del 10%, y con una tendencia-recomendación que hace la OMS de que no superemos el 5% porque es complicado disminuir el consumo en poco tiempo», afirma.
3. Fibra
«En la actualidad, estamos hablando de una ingesta de 12-14 gramos por persona y día, frente a un mínimo de 20 gramos por persona y día que serían los necesarios (mejor si son 25g/día)». Según este especialista, tomamos poco pan, pocas legumbres, pocos alimentos integrales, etc.; y es importante que los adultos tomen fibra, fundamentalmente, porque ayuda a prevenir el estreñimiento, pero también es clave en los niños.
De hecho, según los datos de este estudio, los valores de ingesta de fibra fueron más altos en los adultos de mayor edad que en las poblaciones más jóvenes. «El grupo de edad crítico son las personas mayores porque su intestino está enlentecido, pero ahora los niños y jóvenes son cada vez más sedentarios, por tanto, también ellos deben tomar fibra», recalca el experto.
4. Perfil lipídico
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)o la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria han marcado que la ingesta diaria de lípidos debe suponer entre el 20% y el 35% de la ingesta total de energía. En cuanto a los ácidos grasos saturados, deben aportar como máximo el 10% de la ingesta diaria. Sin embargo, los datos del estudio apuntan que la población española se encontraría por encima de dichas cifras (11,7%).
Por su parte, las recomendaciones para los ácidos grasos monoinsaturados estarían entre un 16-19%. «La ingesta de ácidos grasos monoinsaturados fue ligeramente superior en los adultos mayores y menor entre niños y adolescentes, un comportamiento que muestra, una vez más, que existe una mejor adherencia a un patrón de alimentación mediterránea entre los adultos y las personas mayores que entre los más pequeños», según el documento.
Y, por último, la cifra correspondiente de la población española para ácidos grasos poliinsaturados, a los que pertenecen los Omega 3 y Omega 6, estaría en un 6,6%: «Estos valores se encuentran dentro de las referencias establecidas por la FAO, que indican que este macronutriente debe contribuir a entre el 6% y el 10% de la energía total diaria», asegura el especialista.
En España, afirma por su parte Luis Serra, presidente de la Academia Española de la Nutrición y miembro del comité científico del estudio ANIBES, hay un consumo alto de pescado, y ahí se refleja una parte importante del pescado tipo azul (atún, sardinas, anchoas y otros), que es el que nos aporta un porcentaje interesante de ácidos grasos omega 3. De ahí que este experto insista en la importancia de incluir el pescado -tanto blanco como azul- en nuestra dieta, que debemos tomar dos o tres veces por semana, preferiblemente pescado azul.
En cuanto a las carnes, recomienda no tomar más de dos días a la semana carne roja e ingerir dos o tres días a la semana carnes blancas como la carne de conejo o la de pollo. No se trata de prohibir nada, asegura el experto, sino de buscar un equilibrio en nuestra dieta para que sea variada y equilibrada.
«Los españoles comemos bien, aunque globalmente hemos empeorado algo, pero tenemos margen de mejorar porque nuestra producción alimentaria es excelente», afirma Serra. Es importante mejorar sobre todo «el consumo de ensaladas y hortalizas, porque representa un aporte adicional de aceite de oliva virgen extra, y de cereales integrales», recomienda.
Pese a todo, Serra concluye que «adoptar en general unos buenos hábitos de alimentación y adherirse a la dieta mediterránea lo mejor posible, es la mejor forma de poder conducir nuestros alimentos hacia un patrón saludable».
Noticia obtenida de http://www.elmundo.es/salud/2016/10/24/580a4818ca474171568b456c.html