Mitos sobre donar sangre

Gracias a la donación de sangre, ayudamos a que los sistemas sanitarios estén abastecidos, para poder emplearla en operaciones y estabilizar las urgencias, ya que la sangre no puede fabricarse y por otro lado, ésta caduca. España es uno de los países que más donaciones realiza, donde dicha donación es voluntaria y no remunerada.

La donación de sangre es imprescindible para la asistencia sanitaria, no obstante, no en todos los países ni en todas las culturas, estas donación son bien vistas, ya que consideran que la sangre es sagrada. Esta es una de los motivos por lo que nacen creencias falsas y mitos sobre la donación. A continuación, nombramos los mitos más populares:

  • «Si la persona donante está tomando medicamentos, no puede donar». Este mito no debe ser generalizado, ya que la donación es compatible, excepto con medicamentos concretos.
  • «Las personas con tatuajes no puede donar». No es cierto, solamente dicha persona debe esperar un tiempo determinado para realizar la donación, y tras ello, donar las veces que quiera. Con ello, se previene la posibilidad de prevenir enfermedades.
  • «Debilita nuestro sistema inmune». Tras la donación, una persona sana puede recuperarse rápidamente tras la donación, por lo que no genera mayor malestar.
  • «Facilita la transmisión de enfermedades». La probabilidad de contagio de cualquier enfermedad, es eliminada por completo al emplear material desechable para la extracción.

Este acto solidario es muy valorado en la sociedad y está sometido estrictamente a distintos controles para asegurar que la sangre está en estado óptimo y proteger tanto a donantes como a receptores. Es importante saber que ante cualquier duda o consulta que tengamos antes de donar sangre, preguntemos al personal de los puntos de donación o a nuestro médico de familia, para saber si en nuestro caso, podemos donar sangre o no.

¿Que es la pubertad precoz?

Como bien sabemos, la pubertad es esa época en la que niños y niñas se desarrollan tanto física como emocionalmente, para convertirse en hombres y mujeres. Lo más frecuente es que dicha etapa comience sobre los diez años para las niñas y sobre los once para los niños, aunque hay personas en las que esta etapa ocurre en edades anteriores, por lo que se conoce como pubertad precoz. En nuestro país, la edad en la que se considera que la pubertad es anticipada, es a los ocho años para las niñas y a los nueve para los niños, pues la Asociación Española de Pediatría, la define como la aparición de características a una edad no fisiológica, cuando ocurre con dos años y medio de antelación a la habitual.

La pubertad en su comienzo, hace que el cerebro produzca una hormona llamada gonadotropina provocando que el cuerpo produzca estrógenos en el caso de las mujeres y testosterona en el caso de los hombres desarrollando las características sexuales. Este proceso en el caso de la pubertad precoz, es desarrollado antes de lo habitual debido a causas muy variadas y teniendo más probabilidad en personas más propensas, como por ejemplo: aquellas que tienen sobrepeso, que reciben radioterapia, por el contacto con hormonas sexuales mediante la toma de medicamentos…

Para detectar la pubertad precoz, podemos fijarnos en los síntomas que más fácil pueden apreciarse, siendo los más propios en el desarrollo de los adolescentes:

  • Vello púbico y en las axilas.
  • Crecimiento acelerado.
  • Acné.
  • En los niños, el agravamiento de su voz, el vello facial y el crecimiento del aparato reproductor masculino.
  • En las niñas, el comienzo de la menstruación y el crecimiento del pecho.
  • Olor corporal propio de un adulto.

Una de las consecuencias más habituales de la pubertad precoz es que con la maduración, se detiene el crecimiento, de forma que si no se trata, la estatura no se desarrollará de manera normal y puede tener una estatura baja en la edad adulta.

Enfermedades bucodentales más comunes

Como bien sabemos, las enfermedades bucodentales pueden causarnos además de dolor, una serie de molestias e incomodidades y aunque muchas pueden prevenirse, las más frecuentes son la mayoría de las veces las que nos llevan a acudir corriendo al dentista, como el dolor de una muela, un diente roto o el progreso de una caries, ya que ésta última de no tratarse a tiempo, es el trastorno más frecuente. Por otro lado, este tipo de enfermedades o las más graves, pueden provocar incluso serias deformidades faciales o en el peor de los casos la muerte.

Muchos de los padecimientos mencionados anteriormente, pueden prevenirse con una serie de indicaciones sencillas o tratarse en sus etapas iniciales, no obstante, hay personas que postergan la salud bucal, obteniendo a consecuencia un empeoramiento de los procesos y llegar a necesitar tratamientos más invasivos, caros y complejos. Por ello, desde Zemma Brokers, creemos que es importante conocer las enfermedades bucodentales más frecuentes, con el objetivo de actuar lo antes posible y poder prevenir su avance.

  • Caries dental. Podemos evitar su avance en la primera etapa, con terapias de flúor y sobre todo, una buena higiene. Cuando ya ha avanzado, serán necesarios empastes, endodoncias o la extracción de la pieza.
  • Aftas. Aunque muchas personas crean que son contagiosas, lo cierto es que no lo son y generalmente suelen sanarse por si solas en una semana, por lo que no requiere de tratamientos sino de medidas que ayuden a la mejora de síntomas.
  • Infecciones bucales, como la candidiasis, herpes bucal, enfermedad de mano, pies y boca o la herpangina. Todos ellos, excepto la candidiasis que debe tratarse con antimicóticos de uso local o sistémico, suelen remitir a los 7 o 15 días, teniendo en cuenta unas medidas para evitar su empeoramiento.

Otras enfermedades bucodentales comunes son: la maloclusión dental, que para tratarse requiere de tratamientos de ortodoncia para mejorar la mordida y por último el cáncer oral, pues aunque no lo parezca es una de las más comunes y peligrosas.

Beneficios de los huevos de codorniz

Los huevos de codorniz, son un alimento que puede incluirse en las dietas de forma regular. Su diferencia respecto a los huevos de gallina y su característica principal, es el pequeño tamaño que tienen. Sin embargo, tienen un sabor muy parecido al de los de gallina y sus valores nutricionales, destacan por ser más calóricos y por contener altamente determinados minerales esenciales.

Al igual que los huevos de gallina, su consumo no se relaciona con un mayor riesgo de desarrollar problemas de corazón ni con una alteración del perfil lipídico. Estos pequeños huevos, se consideran que su densidad nutricional es elevada, debido a su contenido en vitamina A, D, ácido fólico y vitamina B12. Además, gracias a su gran aportación proteica, pueden ayudarnos a prevenir alteraciones relacionadas con la masa magra.

Otro de los beneficios que no se debe pasar por alto sobre los huevos de codorniz, es que contribuyen a prevenir la anemia, ya que en su interior, hay una gran presencia de hierro y vitamina B12, pero pese a ello, el hierro dietético no es absorbido lo suficiente bien y por este motivo, suele recomendarse su consumo junto con otros alimentos ricos en vitamina C. Debemos saber que éstos huevos, contribuyen a evitar el desarrollo de problemas relacionados con la salud visual, gracias a su alta concentración de vitamina A, un nutriente esencial para evitar la degeneración macular.