Existen diferentes situaciones, que nos hacen sentir de una forma u otra, dependiendo de como nos haga sentir dicha situación. Estas emociones a modo de reacción, son psicofisiológicas, es decir, las desarrollamos de forma automática ante momentos determinados. Suelen estar condicionadas por varios varios factores, como nuestra personalidad, experiencias pasadas o nuestro entorno personal. A pesar de esto, muchos estudios clasifican algunas emociones en básicas, que comparten todos los seres humanos.

Cada una de las emociones, se caracterizan por diferencias únicas y compartidas, los rasgos en como se manifiestan fisiológicamente o en los eventos que se producen, permiten diferenciarlas. Aun así, comparten una serie características, como por ejemplo la duración, el inicio rápido y la coherencia. Las emociones forman parte de lo que se denomina, estados emocionales, en los que permitimos crear conexiones entre algunas de ellas. Las emociones básicas que compartimos todos, son:

• Emoción de sorpresa. Se desarrolla ante situaciones inesperadas o imprevistas, y no siempre tienen que relacionarse con algo positivo.
• Emoción de disgusto. También puede catalogarse como asco. Es una reacción de repulsa que se cree que evolucionó, como mecanismo para preservar la salud del ser humano.
• Emoción de ira. Muchas veces tratamos de ocultarla y se trata de una emoción universal. Suele manifestarse ante sentimientos de irritabilidad, frustración, resentimiento u hostilidad.
• Emoción de tristeza. Se acompaña frecuentemente de apatía anímica, dolor, desesperanza y desinterés. Generalmente, se trata de una emoción transitoria, aunque en manifestaciones de larga duración, puede derivar a padecer una depresión.
• Emoción de miedo. El miedo evolucionó como una herramienta de supervivencia, para preservar la integridad del ser humano y para enfrentar el peligro. No todos lo experimentamos de la misma manera, ya que depende de la sensibilidad de la persona.
• Emoción de alegría o felicidad. Hace referencia a la sensación de sentir bienestar, gratificación y satisfacción.

La ansiedad, se experimenta cuando nos anticipamos a un peligro o circunstancia que todavía no ha sucedido, por lo que se relaciona con el futuro. En casos como estos, el temor nos invade y sentimos una serie de síntomas físicos, como la respiración acelerada, la tensión muscular y aumento en los latidos del corazón. La ansiedad que comentamos en este artículo, la anticipatoria, ocurre cuando tenemos el pensamiento de lo peor que puede suceder ante una situación, que aún no ha ocurrido. Es frecuente en determinadas ocasiones, sentir cierta ansiedad e incluso, puede ser necesario, pues nos pone a alerta y ayuda a afrontar las circunstancias, de manera más eficaz.

La definición de ansiedad anticipatoria, puede ser difícil de entender, ya que de por sí toda ansiedad es anticipatoria, pero, es importante tener en cuenta los distintos tipos de ansiedad que pueden sentirse. En este caso, la ansiedad anticipatoria se diferencia de la ansiedad generalizada, en que sus síntomas se producen únicamente, antes de ciertas situaciones específicas y concretas. Por lo que, dicha ansiedad anticipatoria, podría definirse como la angustia o el miedo severo al pensar que pueden suceder cosas negativas en determinadas situaciones. Las causas por las que se generan este tipo de ansiedad, pueden varia en función de cada persona, pero las más comunes suelen ser:

• Por problemas de autoestima e inseguridad personal.
• Por padecer otros trastornos de fobia o ansiedad.
• Por la intolerancia a la incertidumbre y la necesidad de tener todo lo que nos rodea bajo control.
• Por la escasez de refuerzos positivos durante la niñez.
• Por un historial de fracaso en el pasado o por rasgos de un carácter obsesivo.

Además de sus causas, los ´síntomas que se manifiestan con la ansiedad anticipatoria, también pueden variar dependiendo de cada persona, frecuentemente siendo psicológicos, comportamentales y somáticos,

Además de encontrar muchos tratamientos existentes para combatir la caída del cabello, también podemos optar por una serie de cuidados y hábitos, que contribuirán de forma eficiente a disminuir este problema tan frecuente en la población. Antes de conocer los hábitos que ayudarán a combatir la caída excesiva del cabello, debemos tener en cuenta que la razón por la que se cae, puede deberse a motivos climatológicos como el cambio de estación, problemas emocionales como el estrés o por antecedentes genéticos.

Sea cual sea el motivo, la solución que debemos tomar a parte de los tratamientos, es incluir los siguientes hábitos de cuidado para el cabello:

• Secar el cabello al aire libre. El motivo de aplicar este hábito, se debe a que los usos excesivos del secador, provoca la rotura de las hebras que inciden en la caída. Puedes hacerlo removiendo el exceso de humedad con una toalla limpia y suave, evitando que se irrite el cuero cabelludo y que las puntas se quiebren.
• Manejar el estrés. Como decíamos anteriormente, el estrés es un motivo por el cual el pelo puede debilitarse y caerse. Por esta razón, es fundamental adoptar una serie de hábitos para manejar de forma adecuada, las situaciones que nos producen estrés.
• Mejorar la alimentación. Si, la alimentación también contribuye a la salud capilar, por eso a la hora de tratar su caída, debemos tener en cuenta la alimentación que llevamos a cabo. Incrementar la ingesta de vegetales y hierbas frescas, puede reducir de manera notable la caída del cabello.
• Masajear el cuero cabelludo. Esta técnica tan sencilla, es una ayuda extra para mejorar la circulación sanguínea en esta zona, favoreciendo el proceso de oxigenación en los folículos. Lo podemos hacer tras el lavado del mismo, durante unos minutos o bien, con aceites esenciales nutritivos.

Como podemos comprobar, la caída del cabello se puede controlar no sólo con tratamientos que podemos encontrar en comercios, sino también con cuidados y hábitos básicos, a incluir en nuestra rutina de belleza y cuidado.

Prepararse antes de la cita con nuestro médico, puede servirnos para sacarle un mayor provecho del encuentro y evitar omitir detalles y datos importantes que queremos consultarle. Llegar a la consulta con las ideas y dudas ordenadas y claras, el médico podrá ayudarnos con los mejores elementos para caber como proceder. Hacer una lista con las preguntas a consultar con el médico entre otras cosas, contribuye a no olvidar todo aquello que queremos consultar. Además podemos aplicar otros consejos como los siguientes:

• Lista de preocupaciones priorizadas. Esta debe contener cada uno de los temas que nos generan cierta inquietud, como los medicamentos, la evolución de afecciones preexistentes o eventos concretos de la salud.
• Información sobre medicamentos. Llevar un listado de los medicamentos que hayamos tomado es muy importante, anotando las dosis y el nombre de cada medicamento, para que el médico pueda prescribirlos de nuevo.
• El motivo principal de consulta. Generalmente suelen dividirse las consultas en cita inicial, de chequeo, por síntomas o por un médico nuevo. El propósito inicial de la cita médica, es de ponerle en conocimiento al médico nuestro estado de salud y comunicarle un evento nuevo sobre el mismo desde la última cita.

Aportarle la información verídica sobre síntomas, estilo de vida, documentos relevantes y antecedentes médicos, hará que la cita aporte todo lo que necesitamos para seguir manteniendo una buena salud, pues con todo ello, el médico sabrá qué recomendar y recetar al paciente en función de los datos obtenidos.

La oxitocina, es la hormona asociada con el amor, la felicidad, la satisfacción y el placer, conocida como la hormona del amor. Sus funciones son múltiples en nuestro organismo, ya que por ejemplo, es capaz de regular los comportamientos sociales y sentimentales del sexo, de los estímulos sociales y de la paternidad. Debido a que es una hormona natural, podemos aumentarla de diferentes formas, con una serie de hábitos en nuestra vida para crecer su participación.

Incrementar la oxitocina en el cuerpo, nos hará sentir de manera similar a cuando estamos enamorados. Muchas investigaciones y estudios, concretan que la oxitocina puede tener un papel importante en la conducta alimentaria de las personas y en la pérdida de peso, por lo que aporta motivación para aplicar algunos de los siguientes hábitos para aumentarla a diario.

• Tener una mascota. Aunque digan que en concreto son los perros, lo cierto es que los niveles de oxitocina aumentan en las personas que acarician a sus mascotas a diario, ya que es una forma permanente al tener a nuestra mascota en casa.
• Escucha y canta música. Durante y después de escuchar música y cantar, los niveles de ésta hormona aumentan de forma natural, por lo que se explica la sensación de euforia, relación y tranquilidad que se crea.
• Explora el placer sexual. Se conoce como la hormona del amor o del placer, por la razón de que a través del placer sexual, resulta más efectivo su aumento y participación en el organismo.
• Abrazos y contacto físico. Abrazar nos hace felices dado a que con ello, liberamos oxitocina y cuanto más largo es el abrazo, mayor es la cantidad que secretamos de la hormona. Además, también la liberamos con cualquier tipo de interacción, ya sean mimos o caricias.

En resumen, esta hormona contribuye a sentirnos mejor y asegurar nuestro bienestar, por lo que consideramos esencial de aumentar a diario, para sentirnos alegres. 😍♥

Para prevenir la obesidad, es evidente que debemos cuidar la alimentación y como no, realizar ejercicio físico a diario, pero para ello, debemos guiarnos con la ayuda de un especialista, ya que las dietas más estrictas, no son del todo saludables para nuestro organismo. La obesidad como bien sabemos, es una enfermedad que sin darnos cuenta, pueda desarrollarse en función del aumento de peso, si no seguimos una alimentación saludable y no realizamos ejercicio físico.

Las causas por las que se desarrolla principalmente la obesidad se debe a las dietas con alto contenido en grasas y en los estilos de vida sedentarios. Como mencionábamos al principio, las dietas estrictas nunca son saludables, por el motivo de que pueden provocar una importante pérdida de músculo y favorecer otros trastornos alimentarios, por lo que es importante establecer un plan de dieta adaptado a cada paciente. A continuación, presentamos los alimentos que ayudan a prevenir la obesidad:

• Alimentos bajos en calorías. La razón de consumir alimentos hipocalóricos, es para que el cuerpo adquiera una menor cantidad de calorías de las que necesita, para quemar la grasa acumulada. Por ejemplo: espárragos, pepino y alcachofas.
• Alimentos saciantes. Estos son ricos en fibra, por lo que provocan el aumento de volumen en el estómago, generando una sensación de saciedad. Por ejemplo: hortalizas, frutas y verduras.

Tanto la alimentación como los hábitos de vida y el ejercicio físico, son fundamentales para prevenir diariamente el sobrepeso y la obesidad. Además la constancia y la motivación, será lo que nos haga prevenir el problema.

Los suplementos, sirven para aportar al organismo, las vitaminas o los micronutrientes que no se obtienen de manera necesaria con la dieta. Para hacer un uso adecuados de ellos en la tercera edad, deben fijarse con el objetivo de contribuir a prevenir algunos problemas de salud. Durante esta edad, son muchos los factores que conllevan a un mayor riesgo de padecer enfermedades, como las deficiencias nutricionales, los cambios hormonales y la deshidratación.

Actualmente, podemos encontrar una amplia variedad de complementos alimenticios, que contribuyen a favorecer el bienestar en las personas mayores. Principalmente, hay que saber que el proceso de envejecimiento, lleva una serie de cambios en el organismo, como las funciones del metabolismo, la saciedad, la pérdida de peso… Además, suele presenciarse una reducción en el consumo de grasas, calorías y proteínas, comúnmente presentados los déficits de vitaminas como la A, C y D.

Para que el cuerpo pueda funcionar de forma eficiente, requiere obtener un aporte suficiente de nutrientes esenciales. Al existir un tipo de déficit, los sistemas del organismo, comienzan a presentar problemas como los siguientes:

• Deficiencia de calcio y vitamina D. El calcio, es un mineral esencial para la salud de todos los huesos, la sangre y otros sistemas del cuerpo.
• Niveles mínimos de ácido fólico. Este es un tipo de vitamina B, que interviene en la regulación de hemoglobina y proteínas, produciendo su escasez, tipos de anemia acompañado de fatiga y llagas bucales.
• Deficiencia de potasio y magnesio. El magnesio, desempeña un papel fundamental en las funciones musculares, por lo que su deficiencia se relaciona con la debilidad muscular y las convulsiones. Por otro lado, el potasio contribuye al correcto funcionamiento del sistema nervioso y el ritmo cardiaco, y si se carece del mismo, conlleva un incremento de la fatiga y daños musculares.
• Deficiencia de vitamina A. Su falta en el organismo se relaciona con un mayor riesgo de enfermedades visuales, infecciones y trastornos en la piel.

Los suplementos a considerar ante deficiencias como las mencionadas anteriores, deben ser consultadas con un médico o nutricionista, para indicar las pautas y cantidades que deben tomarse.

Creer en algunas afirmaciones erróneas, puede ser un motivo por el que se descuide la salud bucal de los más pequeños del hogar, por ello, desmentiremos esas afirmaciones que circulan como mitos populares, que no debemos creer y aplicar. En la niñez, la salud bucal debe ser atendida de manera especial, para llegar a la edad adulta, con una salud bucal impecable, ya que a raíz de esas edad, se empiezan a generar problemas dentales como la caries, si no se cuida como es debido. La desinformación y mitos como los siguientes, suelen confundir a muchas personas sobre los cuidados a tener en cuenta, para cuidar la salud bucal durante la infancia.

• «Los niños sólo tienen que cepillarse los dientes una vez al día». Lo mejor es cepillar los diente al menos dos o tres veces al día, tras el desayuno y antes de acostarse, pues así lo recomiendan la mayoría de pediatras y odontólogos. Con ello se conseguirá evitar la acumulación de placa bacteriana y reducir la producción de las caries.
• «Cepillar los dientes de leche, no es importante». Lo cierto es que los dientes de leche, tienen una importancia mayor de la que creemos, debido a que cumplen unas funciones muy importantes tanto para el desarrollo como para la salud de los niños y niñas. Estas piezas temporarias, sirven para que la boca cumpla las funciones de masticar, comer y hablar sin ningún tipo de problema y por otro lado, su presencia ayuda a guardad el espacio necesario para los futuros dientes definitivos.
• «No hace falta que usen pasta de dientes». Antes no se recomendaba el uso de pasta de dientes fluoradas a menores de 2 años, pero actualmente, esa recomendación ha cambiado, y ahora se aconseja que hagan uso en cuanto empiecen a cepillarse los dientes, eso sí, con unas dosis adecuadas para su edad y a la concentración de dicho elemento en la pasta que se compre.

Lo ideal es que sea el odontólogo o pediatra quien recomiende la pasta de dientes a utilizar, cantidades y otros aspectos de higiene bucal a tener en cuenta, para asegurar una buena salud bucal en los niños.

Seguramente te hayas preguntado en que se diferencian la mantequilla de la margarina alguna vez, y lo cierto es que si te interesa cuidar tu salud, este artículo te será de gran ayuda para ello.

MARGARINA

La margarina, está compuesta por ingredientes de origen vegetal, por lo que contiene grasas insaturadas «buenas», como las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas. Estas grasas, contribuyen a reducir el colesterol malo o colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL). En resumen, la margarina por lo general es mejor para nuestra salud cardiovascular que la mantequilla.

MANTEQUILLA

Sin embargo la mantequilla, a diferencia de la margarina, se elabora a base de grasas animales, por lo que contiene más grasa saturada que la anterior. Estas grasas, aumentan los niveles de colesterol en sangre y el riesgo de padecer enfermedades cardíacas. También reducen los niveles de colesterol bueno o colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL). Además, la mantequilla al contener leche y otros lácteos, no puede ser consumida por personas alérgicas a estos ingredientes, por lo que deben consumir preferiblemente la margarina.

Conviene leer siempre el etiquetado de ambos productos, pues no todas las margarinas son elaboradas de la misma manera y pueden contener grasas trans. Antes de comprar cualquier producto, debemos percatarnos de que tengan la menor cantidad posible tanto de grasas trans como de grasas saturadas.

Tener ansiedad puede ser incapacitante para muchas personas, pues piensan que su cuerpo está controlado por sus propios pensamientos negativos. Los ataques de ansiedad, pueden resultar muy agobiante cuando nos encontramos realizando algo que nos gusta, como puede ser el deporte y la actividad física, que os contamos en este artículo. Sufrir ansiedad mientras se practica un ejercicio físico, es más habitual de lo que parece, teniendo como consecuencia, una serie de síntomas físicos, acompañados de pensamientos negativos, que pueden resultar para la persona muy desagradables y molestos.

Muchas de las personas que manifiestan ansiedad, suelen no pedir ayuda o tardar en pedirla, porque piensan que ésta se irá sola, pero esta creencia además de ser muy poco eficaz, también es peligrosa, pues lo único que consigue es cronificar y hacer más difícil de resolver, el problema de la ansiedad. Para afrontarla, el primer paso que se debe tomar es conocer los efectos que tiene sobre el rendimiento deportivo, como por ejemplo:

• Aumento de sufrir lesiones. Es una consecuencia que temen la mayoría de deportistas, pues las lesiones les aleja de todo tipo de entrenamiento durante cierto tiempo. Un alto nivel de ansiedad, puede hacer que el deportista de distraiga de forma más fácil, lo que puede llegar a ocasionar despistes y tras ellos, accidentes que acaben en lesiones.
• Capacidades físicas perjudicadas. Conseguir un estado de concentración, con la mente y el cuerpo a punto antes de una competición, requiere una serie de preparaciones y un buen calentamiento, tanto a nivel físico como mental, y aunque pueda parecer una tarea sencilla, en ocasiones puede suponer un estrés para la mente.
• Deterioro de la relación con los demás. La ansiedad se nota más allá de lo físico, ya que también nos afecta a nivel interpersonal, abarcando las relaciones sociales con el entrenador o los compañeros con los que realiza los ejercicios físicos. A medida que aumenta la ansiedad, nos volvemos más irritables, hostiles y tendemos a aislarnos de los demás.

Lo mejor para no presenciar ninguno de los anteriores casos en nuestra rutina de actividad física, es evitar que aparezca la ansiedad. La prevención siempre será una herramienta útil y eficaz para palear todos aquellos síntomas molestos. Para ello, es importante tomar conciencia y seriedad que implica tener ansiedad, sin dejarla de lado, y acudiendo a especialistas en psicología, para cuidar nuestra salud mental.