La obsesión por tener unos dientes bonitos y blancos, existe igual que muchas otras obsesiones tratándose ésta de la blancorexia. Actualmente nos preocupa más nuestro estado físico y la salud, teniendo una serie de consecuencias como esta y muchas otras más obsesiones. Querer tener una estética bonita, ha sudo cada vez más buscada debido a las influencias de las celebridades o redes sociales, lo cual no es malo y nos aporta una buena salud bucal. No obstante, hay que tener en cuenta que toda obsesión puede derivar problemas de trastornos y unas conductas un tanto peligrosas.

La blancorexia consiste en la obsesión por tener los dientes blancos siempre, por lo que las personas que tienen este tipo de obsesión, buscan el tratamiento siempre y cuando sus dientes no estén lo suficientemente blancos como ellos lo desean, por lo que remedian dicho problema, una y otra vez. Como todas las obsesiones, se debe de una alteración psicológica por una apreciación física sobre el aspecto de los dientes. La autopercepción negativa de estas personas, les afecta a su propia autoestima y por tanto a sus inseguridades. Existen factores externos que aumentan la probabilidad de padecer este tipo de trastorno, como por ejemplo:

• La publicidad sobre productos y tratamientos capaces de blanquear los dientes de forma profesional en casa, sin consultar previamente a un odontólogo.
• Desconocimiento de los riesgos que conlleva el uso de los productos anteriores.
• La moda de lucir una sonrisa perfecta por celebridades e influencias sociales.
• Por querer aumentar el autoestima y la seguridad personal, con una sonrisa bonita, brillante y totalmente limpia.

Cuando el origen de esta obsesión es psicológico, el tratamiento más adecuado para remediarlo y que no afecte a las conductas de las personas que lo padecen, lo mejor que recomendamos es acudir a un profesional odontológico, para saber como mantener una sonrisa bonita sin tener problemas de carácter psicológico como la blancorexia.