Tipos de Talasoterapia

Como mencionábamos anteriormente, la talasoterapia aprovecha las propiedades de los elementos marinos, para mejorar nuestro aspecto físico y emocional y para mejorar nuestra salud. Las formas de aplicación pueden variar, en cuanto a los diferentes tipos de talasoterapia que podemos encontrar:

  • Algoterapia: emplea el uso de las algas marinas desecadas o frescas. Pueden incorporarse en baños de agua de mar caliente o aplicarse como vendas finas sobre la piel. Las algas tienen una acción revitalizante, desinfectante y antioxidante, que ayudan además a tonificar la musculación, drenar líquidos y ayudar en los problemas cutáneos.
  • Psamoterapia: en ésta, se cubre el cuerpo con arena caliente, con el objetivo de aliviar las diferentes afecciones articulares o musculares, proporcionando calor en la zona afectada.
  • Climoterapia marina: ayuda al sistema respiratorio y a la piel, ya que aprovecha las propiedades ricas en yodo, ozono y minerales. El aire del mar, contiene efectos relajantes para calmar y mejorar el estado anímico.
  • Hidroterapia con agua del mar: ya sean fríos, calientes, tibios, con hidromasajes, aerosoles de afusión y duchas subacuáticas, se orientan a relajar el cuerpo y a estimular la circulación sanguínea, aliviando también problemas del sistema respiratorio.
  • Peloidoterapia: en este tipo, se utiliza el lodo o fango marino, ya que son elementos con gran cantidad de minerales, vitaminas y proteínas. Suele emplearse para el tratamiento de afecciones en el aparato locomotor, como la artritis o de la piel, como el acné o la dermatitis.

Para acudir a la talasoterapia, te recomendamos que principalmente, consultes a tu médico para seguir sus recomendaciones sanitarias e indicaciones adecuadas según tu caso en concreto. Como todo tipo de terapias, la talasoterapia también tiene sus contraindicaciones, por lo deberás asegurarte de acudir a centros especializados en la materia.