SEGURO DE HOGAR SI VIVIES DE ALQUILER

Aunque conocemos las ventajas de tener un seguro de casa, una de las preguntas más frecuentes de los arrendatarios es si es obligatorio tener un  seguro de alquiler, o si es el propietario el que debe encargarse de esta protección. Esta duda puede prestarse a confusión, a la hora de estructurar el presupuesto mensual del hogar, pero podemos ir respondiendo por partes.

Es cierto que el propietario debe encargarse del seguro de la finca como tal, pero lo que está dentro del piso es de tu propiedad, por lo tanto es tu inversión y queda fuera de la responsabilidad de tus caseros. Al seguro que tienen los propietarios del piso se le conoce como seguro de continente (que incluye las partes fijas del inmueble: paredes, puertas, ventanas…). Por otro lado, el que te conviene a ti como arrendatario, sería un seguro de contenido, que es el que protege los objetos que están dentro.

La tercera póliza que deben tener tanto el propietario como tú es la de la responsabilidad civil, que cubre cualquier daño que le haga el inmueble o nosotros mismos a un tercero. Es imprescindible contar con este seguro para cubrir daños que puedan ocurrir, como mancharle de humedad al vecino por una fuga de agua nuestra o que tu mascota dañe elementos de jardín de la casa de al lado.

¿Quién paga qué, cuando el piso está amueblado?

 Es muy común alquilar pisos que ya tienen mobiliario; en este caso el propietario deberá tener un seguro de continente y un seguro de contenido. Sin embargo, en caso de que ocurra algún accidente o siniestro como: incendios, inundaciones o robo, el seguro de contenido solo cubrirá los objetos del dueño. Tu ropa, tus aparatos electrónicos, tus libros o tu propio televisor, quedarán fuera de cobertura. Esta es la razón principal para adquirir un seguro de hogar incluso si eres inquilino.

¿Cómo saber qué póliza me conviene?

Nuestro equipo puede ayudarte con el seguro de hogar, evaluar tu situación y ofrecerte la opción que más te convenga, seas propietario o inquilino. Tener un piso propio, o incluso amueblar uno ajeno, implica una inversión monetaria importante que no podemos tomarnos a la ligera. El dinero invertido es tan grande, que sin el respaldo de un seguro, nos costaría reponerlo todo rápidamente en caso de producirse un siniestro en nuestro hogar.