Estar al aire libre, ya es un beneficio para nuestra salud mental, pero además, la jardinería nos permite aceptar nuestros propios errores y hacer el esfuerzo de analizar las razones que encontramos tras ellos, consiguiendo posteriormente, auto enseñarnos lecciones de vida. La jardinería o la dedicación a trabajar un huerto, sirven también como terapias para lograr el bienestar psicológico, físico y social.

Suelen aplicarse estas terapias a personas con enfermedades mentales, pero también ayuda a sentirnos mejor con nosotros mismos al estar en contacto con la naturaleza de las plantas y sus cuidados. Este descanso, nos permite desconectar de todo lo que nos rodea, permitiendo relajar la mente y reducir síntomas de estrés. También favorece en el aumento de la alegría y en el cambio de las emociones negativas a positivas, debido a la tranquilidad que percibe el cerebro, al centrarse solamente en tareas como la poda u otras tareas ejercidas en la jardinería.

Además, es una actividad que no solo permite relajar la mente, sino que permite la movilidad física, manteniendo un contacto en armonía con la tierra y la naturaleza. Por otro lado y no menos importante, es el beneficio obtenido por uno mismo para su propia alimentación, ya que al recoger los alimentos frescos, la dieta será mucho más saludable.

Al plantar un huerto, no solo obtendrás los frutos que siembras sino que también, cosecharás la mejor salud para tu cuerpo.