La ventaja de tener actualmente de todo a nuestro alcance y disposición sea cual sea el momento y el lugar para satisfacer nuestras necesidades, puede ser a la vez un inconveniente, ya que sin darnos cuenta, podemos dar lugar a problemas vinculados con el exceso de compras. Esto ocurre cuando la necesidad termina con otro significado y el comprar se convierte en un trastorno, como el trastorno de compra compulsiva, conocido también por TCC.

Este trastorno de carácter psicológico afecta al control de impulsos, preocupándonos demasiado por las compras y la necesidad de consumir mayor cantidad de productos de manera constante y no siendo tan esenciales. El trastorno de compra compulsiva se desarrolla de dos formas: por la forma de evadir problemas personales o por repetir la actividad de compra.

Las personas que sufren dicho trastorno, suelen padecer ansiedad, malestar e irritabilidad. Su tratamiento se inicia de forma voluntaria, siendo consciente del problema tanto económico como psicológico que conlleva, y con terapias cognitivas de la conducta, basándose en el trabajo sobre la adición y en la corrección de los pensamientos que producen ansiedad.

Hay que diferenciar este trastorno con la adición de comprar ya que son similares pero, se diferencian en el desorden psicológico y en el tratamiento.