Un seguro de vida tiene como objetivo principal proteger económicamente a la familia y seres queridos del asegurado, ofreciendo una compensación ante situaciones inesperadas como el fallecimiento o la incapacidad.
Los elementos más importantes que componen y definen un seguro de vida, son:
• La Póliza: Es el documento contractual que contiene las condiciones que regulan el seguro. Incluye las Condiciones Generales, Particulares, Especiales, Apéndices o Suplementos.
• La Prima: Es el precio del seguro, que además incluye los recargos e impuestos aplicables.
• Tomador del Seguro y Asegurado: El Tomador es quien suscribe el contrato y asume las obligaciones, salvo las que corresponden al Asegurado. El Asegurado es la persona sobre la cual se establece el seguro.
• El Beneficiario: Es la persona titular del derecho a recibir la Suma Asegurada en caso de siniestro.
• Solicitud de Seguro y Cuestionario de Salud: Son documentos fundamentales donde el Tomador y/o Asegurado informan al Asegurador de los datos personales y declaran las circunstancias conocidas que pueden influir en la valoración del riesgo, especialmente la información sobre el estado de salud. La veracidad, completez y exactitud de esta declaración es crucial para la valoración del riesgo y la aceptación del contrato. La falta de veracidad puede facultar al Asegurador a resolver el contrato. Las declaraciones en la solicitud y el cuestionario de salud, junto con las condiciones de la póliza, constituyen la base del contrato.
• Coberturas y Capital Asegurado: Definen los eventos cubiertos, como el fallecimiento por cualquier causa o por accidente, y la incapacidad permanente absoluta. La póliza detalla las garantías y el Capital Asegurado o Suma Asegurada que se pagará al beneficiario.
• Exclusiones: Indican las situaciones o riesgos que no están cubiertos por la póliza. Por ejemplo, la incapacidad causada voluntariamente por el Asegurado o la declarada después de cumplir una cierta edad (como 70 años) pueden estar excluidas.
• Gestión del Siniestro: En caso de fallecimiento, los beneficiarios deben presentar la documentación requerida, como el certificado de defunción y los documentos que acrediten su personalidad y la causa del fallecimiento, para que la Aseguradora pueda abonar la indemnización. La notificación del siniestro debe realizarse en un plazo determinado, como siete días desde su conocimiento. Estos puntos son fundamentales para comprender el funcionamiento y alcance de un seguro