La lactancia matera, garantiza una nutrición óptima a los bebés y contribuye a la creación de un sólido vínculo emocional entre madre e hijo, por lo que es uno de los mayores regalos que se le ofrece al recién nacido. No obstante, establecer y mantener la lactancia, no siempre es igual de fácil. ya que en el proceso, pueden intervenir diversas dificultades que, deben atenderse a tiempo, para no abandonar, tal y como ocurre en la hiperlactancia.
La mayoría de las madres y embarazadas, temen no tener la suficiente leche materna para alimentar al bebé, por lo que en primera estancia, la sobreproducción no parece un problema. Pero la hiperlactancia, es una condición más compleja, ya que causa incomodidad tanto en la mujer como en el bebé, y puede conllevar a algunos problemas de salud. Dicha condición, se trata de una producción excesiva de leche materna. pues las mujeres que lo padecen, presentan un constante, rápido y abundante de leche materna que genera varios inconvenientes..
Se considera normal que durante las primeras cuatro o seis semanas tras el parto, la producción de leche sea más elevada, pues durante dicho tiempo, el cuerpo va comprendiendo la cantidad de alimento que requiere el bebé y se irá ajustando a dicha demanda. De la misma forma, el bebé ganará y practicará más soltura en la succión, de tal manera que finalmente, ambos estarán sincronizados. Pero sin embargo, algunas mujeres pueden seguir presentando una sobreproducción de leche tras pasar el periodo mencionado al principio.
La hiperlactancia, puede deberse a diferentes causas, pues algunas mujeres de forma natural, pueden tener una producción excesiva de leche, debido a una predisposición congénita. Otras sin embargo, pueden ser excesivamente sensibles a la estimulación y liberar demasiada hormona de prolactina en la sangre y por último en otros casos, se debe a factores controlables que están contribuyendo, como ocurre en las malas prácticas de lactancia.