Piel de bebes en invierno

La piel de los bebés, es muy delicada, por lo que prevenir cualquier tipo de afección o enfermedad en los meses tanto de invierno como de verano, es fundamental. Durante esta época del año, la combinación del frio y la calefacción, puede ejercer efectos agresivos sobre el cutis de los bebés, llegando a provocar la resequedad y dando lugar a las irritaciones con gran facilidad. La piel de los bebés, al ser más sensibles que la de los adultos, exige una serie de cuidados más detallados de manera esmerada sobre todo en los meses de frío.

Es importante tener en cuenta que su piel es especialmente sensible a los agentes externos, como el viento, el frío, el calor y los rayos del sol, y además, al tener un pH neutro, es más propensa a sufrir infecciones e irritaciones. Como comentábamos anteriormente, tanto el frío como los cambios bruscos de temperatura, pueden provocar serias alteraciones en la barrera cutánea de la piel del bebé. Los síntomas que aparecen tras estos factores son enrojecimientos, descamación de la piel, tirantez y escozor.

CONSEJOS PARA EL CUIDADO DE LA PIEL DEL BEBE EN INVIERNO.
  • Hidratación de la piel. Reaplicar la loción adecuada al menos, cada tres o cuatro horas. 
  • Evita los cambios bruscos de temperatura. No tener la calefacción muy alta en el hogar o en el vehículo, y no abrigarlo demasiado. 
  • Aplicar protector solar. En invierno, los rayos del sol también pueden ser UV como en verano e incluso la nieve, al reflejar esos rayos, puede provocar quemaduras. Lo ideal es aplicarle protector solar siempre que salga de casa si tiene más de seis meses.
  • Baños moderados. Se debe evitar los baños demasiado calientes, ya que con ello se fomenta la resequedad de la piel. Es importante seguir el consejo de bañarle dos o tres veces por semana, con una duración de entre cinco y diez minutos. Tras ello, es importante secarle bien, y aplicarle la loción habitual para hidratar su piel. 
  • Calidad de la ropa. Esta al estar en contacto con la piel del bebé, la ropa debe ser un material suave, transpirable y de ser posible de fibras naturales. Lo más adecuado es vestirlo por capas, para que puedan quitarse y ponerse de manera que no genere tanta molestia. 

Otros consejos como los masajes diarios para activar la circulación sanguínea y conseguir que la piel sea más elástica y suave, o cuidar de la caspa láctea aplicando aceites suaves para disminuirla, son otras recomendaciones para cuidar la piel de los bebés y por tanto, prevenir afecciones.