Muchas personas, son conscientes de que en las relaciones de pareja, se transcurren diferentes etapas, las cuales pueden dividirse a nivel formal como sería el noviazgo o el matrimonio. También se pueden clasificar dichas etapas, según los sentimientos, las actitudes de ambas partes o las expectativas. Estos elementos, no permanecen fijos en las relaciones, sino que van cambiando y evolucionando, según las experiencias y el tiempo que las parejas viven juntas. Además, están condicionados por una serie de factores sociales, biológicos o incluso químicos.

Aunque existan muchas etapas dentro de las relaciones de pareja, a continuación nombraremos solamente alguna de ellas. Conviene saber, que no todas las relaciones de pareja, viven dichas etapas de forma gradual o no llegan a experimentar alguna de ellas. Enfocándonos en el vínculo sentimental y emocional que une a las parejas, hablamos de las siguientes etapas:

• Etapa de enamoramiento. Esta es la que inicia la mayoría de relaciones, pues se podría decir que es el punto de partida que formaliza o mantiene una relación.
• Etapa de apego temprana. Seguido de la etapa anterior, se evoluciona a una fase de apego, en la cual se consolidan motivos o razones para desear que continúe la relación. Es una necesidad de apego natural, que les sucede a todas las parejas, gestionándose de forma diferente en función de las posibilidades.
• Etapa de conflictos y crisis. Sin esta etapa, no podría definirse una pareja al 100%, pues atravesar esta etapa, conlleva tomar la decisión de continuar la relación o por el contrario, abandonarla.
• Etapa de apego profundo. Tras superar las crisis, problemas y discusiones, como la etapa anterior, se puede atravesar por esta otra etapa similar a la segunda, con la diferencia en que en esta, los sentimiento se consolidan hacia la pareja.
• Por último, la etapa de vinculación, es aquella en la que ambas partes, comparten tanto la voluntad como el deseo de permanecer juntos, y establecer la decisión de comprometerse para ello. Esta se puede realizar mediante un compromiso formal, ceremonias como parejas de echo o a través del matrimonio.

Enamorarse y quererse, es una de las cosas más bonitas que suceden en la vida, por lo que los sentimientos florecen y nos aportan alegría y felicidad.