Sintomas de la bipolaridad

Esta condición mental, es una condición de gravedad debido a los episodios de depresión y manías que incluye, aunque cada persona que pueda padecerla, pueda experimentar una tipología y ciclos, en los que el ánimo oscilan entre entre esos cambios, afectando a su calidad de vida. La bipolaridad, suele aparecer en la infancia, perdurando a lo largo de la edad adulta, pudiendo remitir en ocasiones y llegando a aparecer posteriormente tras un tiempo.

Este tipo de condición, supone un desgaste tanto personal, como familiar y laboral. llegando a niveles inmensos, por lo que la medicación es muy importante para ellos. Conocer sus síntomas, permite realizar los diagnósticos tempranos, para solucionar el problema cuanto antes, especialmente en edades de la infancia o de la adolescencia. También, debemos saber que no sólo existe un tipo de bipolaridad, pues todo lo contrario, debido a que existen varios tipos, lo que supone la evolución más abrupta de ciclos de depresión y manía.

Entre los síntomas que pueden determinar el trastorno de bipolaridad, podemos encontrar los más determinantes, que son:

  • HIPOMANIA. Se trata de un estado de gran energía, dinamismo y efusividad, que crea el sentimiento de poder hacerse con el mundo, lo cual tiene su impacto positivo, pues permite aumentar la productividad y la creatividad. No obstante, dicha situación puede derivar a conductas exageradas, sobredimensionadas e incluso de riesgo.
  • MANIA. Probablemente sea el rasgo que más pueda facilitar el diagnóstico de bipolaridad, ya que generalmente, presenta las siguientes características: hiperactividad, labilidad emocional, aumento en la sociabilidad, sobredimensión de las competencias y habilidades, descuido del aspecto físico…
  • DEPRESION. Es otro de los síntomas más distintivos de la bipolaridad, que suele aparecer tras la fase maníaca y unas semanas de normalidad, por lo que se muestra con el ánimo apagado, tristeza, negatividad, falta de energía, pérdida del interés y desesperanza.

La bipolaridad, sigue siendo uno de los problemas mentales más graves que existe entre la población, por lo que el diagnóstico precoz, junto con la atención y el correcto seguimiento de los tratamientos, son elementos fundamentales para la tranquilidad de las personas que lo padecen.