En estos días, hemos escuchado que una de las vacunas que luchan contra la enfermedad del Covid-19, tiene efectos de trombosis venosa que se ha producido en algunas personas que habían adquirido la dosis. A continuación hablaremos de los diferentes tipos de trombosis que existen y de cómo pueden producirse.
En primer lugar, la trombosis es una enfermedad que afecta a muchas personas, produciéndose por causas como el tabaquismo, una mala alimentación, el sedentarismo, el consumo de algunos anticonceptivos orales u otros. La trombosis, consiste en la formación de un coágulo de sangre dentro de un vaso sanguíneo, que impide que la sangre fluya con normalidad mediante el sistema circulatorio. Estos coágulos de sangre que fluyen dentro de los vasos sanguíneos, pueden tener graves consecuencias patológicas que amenazan a nuestra salud, como por ejemplo un accidente cerebrovascular, una embolia pulmonar o un infarto de miocardio. Podemos encontrar diferentes tipos de trombosis:
- Trombosis venosa profunda (TVP). Es el tipo de trombosis más común, que trae complicaciones serias en la persona que lo padece, produciendo por ejemplo una embolia pulmonar y cambios físicos en la piel de donde se produce, como decoloración e hinchazón.
- Trombosis arterial. Este tipo de trombosis, conduce a un infarto de miocardio y causa accidentes cerebrovasculares.
- Trombosis ocluyente. Se produce cuando el vaso sanguíneo queda obstruido por completo.
- Trombosis de precipitación. Se produce en el corazón y en las arterias.
- Trombosis de la vena yugular. Es uno de los tipos de trombosis menos frecuentes pero de lo más peligroso, debido a que puede ocasionar complicaciones como embolias pulmonares.
- Trombosis de la vena porta. Afecta al abastecimiento de de sangre que entra al hígado.
Para prevenir que se produzcan los coágulos de sangre y deriven una trombosis, te conviene saber los hábitos saludables que puedes seguir para conseguir evitar la trombosis, como mantener un peso saludable, seguir una dieta sana, evitar el consumo de sustancias nocivas como el tabaco y el alcohol, realizar ejercicio con frecuencia, conocer antecedentes familiares, realizarte chequeos médicos, estudiar otras alternativas a la píldora anticonceptiva, y por último y más importante, dar prioridad a las indicaciones que te recomiende tu médico.