Realizar ejercicio físico a diario es importante, pero mantener una alimentación adecuada que acompañe al ejercicio físico, también es importante ya que al cuidar ambos hábitos, se puede rendir mejor a niveles más altos. Después de los entrenamientos o de la práctica de ejercicios físicos, el cuerpo pasa a un estado de agotamiento, ya que se genera esfuerzo y se pierde gran cantidad de líquidos, por lo que requiere una aportación de nutrientes al organismo para favorecer su recuperación.

No sirve un nutriente cualquiera, ya que una mala alimentación post entreno, puede echar a perder todo el esfuerzo realizado. Al perder una gran cantidad de líquidos, el cuerpo puede encontrarse en menor o mayor medida deshidratado, por lo que es fundamental volver a hidratarlo con líquidos, como el agua o algún otro tipo de bebida que contenga sales minerales, antes de tomar alimentos sólidos. También es recomendable llevar siempre una botella de agua, cuando se vaya a practicar ejercicio, ya que de esta forma se evitarán los estados de deshidratación.

Los nutrientes, son necesarios en cada momento hayamos realizado o no ejercicio, aunque después de la actividad física, es mas importante optar por ingerir alimentos que puedan absorberse de forma rápida. Hay que destacar que en este momento, se deben dar prioridad también a las proteínas y consumir unas cantidades moderadas, ya que un exceso de las mismas, pueden provocar problemas en la salud de cualquier deportista.