Cuida tus cicatrices

Las cicatrices son la erosión de la piel tras haber sufrido una caída o roce provocando como consecuencia una herida, quemadura o corte. El proceso de cicatrización, es un mecanismo natural que el organismo pone en marcha para cerrar una herida y reparar la piel para impedir que los tejidos queden al descubierto y expuestos a la acción de patógenos externos. Existen varios factores que pueden dificultar el proceso de cicatrización haciendo que el aspecto final sea poco estético, por este motivo, destacamos los siguientes consejos para evitar que esto ocurra:

La adecuada limpieza de la herida nos ayudará a mantener la herida desde el primer momento alejad de infecciones. Generalmente, con lavar la herida con agua y jabón y, posteriormente secar con una gasa aplicando cuando este seco un antiséptico suele ser suficiente.

El tabaco debido a su contenido de nicotina y otros agentes químicos, pueden favorecer la deshidratación y sequedad de la piel lo que hace que el proceso de cicatrización sea difícil ya que estos compuestos reducen la oxigenación de los tejidos.

La radiación ultravioleta hace vulnerable a la piel donde esté actuando el proceso de cicatrización. De modo que, exponer la zona de la herida al sol sin la protección adecuada conduce a una hiper pigmentación de la zona, que acaba siendo más oscura que la piel circundante.

La hidratación de la herida hay que mantenerla para asegurarse de que tiene la elasticidad suficiente como para regenerarse con facilidad. Por regla general se suelen recomendar los aceites de rosa mosqueta y argán.