La vesícula, es un órgano vital del cuerpo humano que interviene en las funciones del sistema digestivo, al concentrar y almacenar, las sales biliares producidas por el hígado. Tal y como mencionábamos al principio, se trata de un órgano no vital, por lo que se puede vivir sin ella. La función principal que tiene la vesícula, es la de almacenar bilis, un líquido producido por el hígado para digerir las grasas.

La secreción de bilis por medio de la vesícula, se estimula al ingerir alimentos, sobre todo cuando son carnes o grasas. Existe la probabilidad de que en situaciones, se retrase o se obstruya e flujo de la bilis, provocando como consecuencia, enfermedades en éste órgano. La vesícula suele generar problemas cuando algo obstruye el flujo de bilis, por los conductos biliares. Esta situación, suele darse con los cálculos biliares, los cuales se forman cuando ciertas sustancias en la bilis, se endurecen. Cuando la vesícula tiene cálculos biliares, significa que tiene la presencia de bacterias.

Generalmente, de forma menos común, se puede desarrollar cáncer en la vesícula, por lo que puede extraerse para evitar complicaciones mayores, el organismo, se adaptaría a su ausencia y la bilis producida por el hígado, lograría intervenir en la absorción de las grasas ingeridas. La vesícula biliar, es frecuentemente conocida por los problemas más potenciales que puede ocasionar, como los cálculos biliares, como piedras pequeñas que la obstruyen y generan patologías inflamatorias. Estas pueden eliminarse con medicamentes y en otros casos, deben ser tratados de forma quirúrgica.