Baños de sal marina

Antiguamente, la sal marina era conocida por sus múltiples propiedades, y al añadirlo a los baños, se consideraba como tomarse un baño en el propio mar. Estos baños, se consideran como una terapia llamada «Talasoterapia» gracias a sus propiedades curativas y beneficiosas que tienen las aguas del mar y el medio marino que las compone.

Para esta terapia, se puede acudir a lugares donde se ofrezcan baños con sal marina, pero cabe destacar, que puede realizarse por cuenta propia, es decir, se puede recurrir como terapia casera, comprando en un herbolario la sal marina, ya que simularán las propiedades del mar, las aguas termales o los baños minerales naturales. De esta forma, se creará un ambiente relajante y lo más importante, es que también se aliviarán las molestias presentes en nuestra salud general. Actualmente, este tipo de terapias, se recomiendan por considerarse una ayuda a la limpieza y desintoxicación de agentes externos en nuestra piel.

Antes de tomar un baño de sal, es muy importante tener en cuenta una serie de consideraciones, como el tipo de sal a elegir, la presencia de enfermedades relacionadas al corazón, y consultar a nuestro médico para aconsejarnos de estos baños, en base a nuestra salud.

¿Quieres descubrir los beneficios que tienen los baños de sal marina? A continuación, podrás comprender porque antiguamente eran tan utilizados:

  • Alivia las afecciones reumatológicas.
  • No solo calma los dolores, sino que es una manera efectiva para relajarnos y calmar el estrés, la ansiedad, la ira o los nervios.
  • Revitaliza el cuerpo.
  • Mejora el sistema circulatorio, disminuyendo la presión arterial, previene calambres musculares y estimula el crecimiento del cabello, fortaleciendo los folículos capilares.
  • Mejora la condición de la piel, en cuanto a la presencia de dermatitis, psoriasis o acné. También sirve para mantener la piel sana y como tratamiento anti- envejecimiento o anti- arrugas, dejando una piel saludable.

Si quieres realizar este baño convirtiendo tu lavabo en un centro de spa, solo tienes que llenar la bañera con agua caliente o tibia, añadir dos tazas de sal marina y sumergirte para sentir los beneficios.