La automedicación sin una supervisión médica, se practica cada vez más y no conocemos los daños que puede provocar a nuestra salud. Momentáneamente los medicamentos pueden aliviarnos de síntomas y dolores frecuentes, pero en el futuro, las bacterias pueden fortalecerse y crear dificultades en el tratamiento.

Los medicamentos funcionan gracias a su principio activo que trata la enfermedad que se padezca, pero también, pueden causar contraindicaciones y más si los consumimos habitualmente. El mal uso de los medicamentos y antibióticos, hace que los tratamientos para las enfermedades sean más difíciles haciendo que las bacterias se resistan a ellos. Y otros riesgos que nos puede derivar esta acción son:

• Falta de efectividad.
• Dependencia o adicción a los medicamentos.
• Interacción con otros medicamentos e incluso alimentos.
• Aparición de toxicidad, efectos secundarios, intoxicación y reacciones adversas.

Por estos motivos, es importante tener en cuenta las consecuencias que conlleva tomar un medicamento o antibiótico sin prescripción médica. Antes de tomarlo, debemos saber si el dolor puede ser aguantable y en caso contrario, consultar a nuestro médico de cabecera, para que nos recete previamente un medicamento específico para el dolor.