Diferencia entre incapacidad e invalidez

Todos sabemos que tras sufrir un accidente o padecer una enfermedad, pueden tener una serie de repercusiones para nuestra vida y nuestra salud, pero también en nuestro ámbito laboral, con el inconveniente de impedirnos trabajar durante un tiempo o de forma indefinida. Ambos términos aunque sean bastante similares, en la práctica significan cosas diferentes, por lo que conocer sus diferencias y tipos será de gran ayuda para saber a que significan cada una.

La incapacidad es la consecuencia que deriva de una invalidez en el desempeño laboral, pudiendo ser temporal o permanente dependiendo de si la recuperación existe y por otro lado, la invalidez hace referencia al término que se emplea para indicar una pérdida funcional del cuerpo. Dicho esto, es importante entender que pese a que podamos sufrir un grado de invalidez, no significa necesariamente que tengamos una incapacidad. Lo aclaramos con un ejemplo, en el caso de que la persona padeciera problemas para andar, pero trabaja sentada, el problema que padece no le afecta en su desempeño laboral. Sin embargo, si dicha persona trabajase de pie durante horas, estaríamos ante un caso de incapacidad.

Una vez conocidas las diferencias entre los términos, a continuación recordamos los tipos de incapacidad permanente que existen:

  • Permanente parcial: se refiere a que la persona afectada podrá continuar ejercicio su trabajo pero con un rendimiento menor.
  • Permanente total: se refiera a aquella en la que impide que la persona afectada pueda desarrollar su profesión habitual. No obstante, dicha persona puede dedicarse a otras actividades laborales distintas.
  • Permanente absoluta o invalidez absoluta: esta última hace referencia a la inhabilitación de la persona afectada, para el desempeño de cualquier actividad laboral, conllevando una serie de ayudas fiscales y sociales.

En algunos seguros, podemos encontrar una prestación en el caso de que el tomador se encuentre en un situación de incapacidad permanente sobrevenida, ofreciendo tranquilidad tanto para el beneficiario como a los seres queridos del mismo.