Covid persistente y secuelas que entorpecen la vida cotidiana

El Covid-19 tras haberse padecido, puede dejar consecuencias en algunos pacientes, impidiéndoles realizar algunas actividades diarias con total normalidad. Estas secuelas, pueden suponer una falta de rendimiento en la realización de tareas. También se conoce, que este tipo de secuelas, pueden padecerse tanto por personas que han tenido diversos síntomas tras padecer la enfermedad, como aquellas, que la han padecido, pero sin síntomas.

Dado a que se trata de una enfermedad aún novedosa en cuanto a su transmisión y cepas que van mutando, su curación y aparición, aún se siguen analizando, con el objetivo de erradicarla y recuperar nuestras vidas anteriores a la pandemia. Las secuelas posteriores, que pueden seguir presentando incluso meses después de haber padecido Covid-19, no han sido olvidadas, por lo que siguen siendo analizadas, con el objetivo de encontrar un tratamiento eficaz para su eliminación, ya que algunas de estas, carecen de una curación inmediata.

Las secuelas del Covid-19, como la pérdida de la memoria, del gusto y del olfato, cuentan con una serie de terapias para que la persona, pueda recuperarlo de nuevo, sin embargo las secuelas más graves, como la fatiga, la pérdida del apetito, la tos o problemas de urticaria en la piel, requieren un seguimiento médico, para optimizar su impacto en la vida de los pacientes.

Actualmente con la vacunación, se han diagnosticado nuevos fenómenos que están apareciendo, pues en casos observados, son erupciones leves y poco duraderas, pero que deben estudiarse para poder comprender mejor el comportamiento del virus, y nuestro mecanismo de defensa contra él. Los síntomas que suelen presentarse tras la vacunación contra el Covid-19, son similares a las que surgen con otras vacunas, como por ejemplo el dolor de cabeza, la fiebre o el dolor de brazo.