Fin del Estado de Alarma y la salud

Tras el fin del estado de alarma, se acaban la mayoría de las restricciones en muchas comunidades autónomas, como el toque de queda o los cierres perimetrales. Ahora que ya podemos desplazarnos por todo el país o por la mayoría de las comunidades que no han mantenido ninguna restricción de las anteriores, hay que seguir recordando que el virus sigue entre nosotros.

El final de todas estas restricciones que hemos vivido tras casi un año, nos permite reunirnos de nuevo con nuestros seres queridos y volver a casa como en muchos de los casos, lo que produce una alegría y una felicidad por completo, tras haber estado alejados tanto tiempo. Esta nueva normalidad, nos trae alegría y tranquilidad, por lo que nuestro estado de ánimo mejora en gran cantidad al recuperar momentos que, por la situación, no hemos podido vivir cuando sucedieron.

En esta nueva normalidad, podemos vivir los momentos que vivimos a través de una pantalla de forma directa, es decir, cara a cara con nuestras familias y amigos que se encontraban en otra comunidad autónoma. Pero no sólo trae felicidad, ya que hay muchas otras personas que pueden sentir todo lo contrario, como preocupación y tristeza, tras ver las imágenes de irresponsabilidad que irrumpieron la pasada noche del sábado al domingo.

El hecho de no haber normas, no significa que olvidemos todo lo sufrido, pues la batalla contra el virus, aún no ha finalizado y la pandemia por desgracia, sigue su curso. No basta sólo en confiar en la vacunación como única salvación, sino que cada uno, debemos de ser cuidadosos y respetuosos, para acabar con la propagación de la enfermedad y cuidarnos, para cuidar a los demás.