No solo cantantes, periodistas, profesores o actores deben cuidar de su voz, sino que deberíamos hacerlo todos en nuestro día a día. Con nuestra voz somos nosotros mismos al establecer relaciones personales, y los trastornos en ella son más frecuentes. Enfermedades como la laringitis y las lesiones por el mal uso de nuestra voz, desencadenan la aparición de nódulos denominadas así a lesiones benignas.

La disfonía es una alteración anormal de la voz, que puede presentarse como un cambio en la misma o en el timbre, dificultando así la acción de hablar o de cantar. Las causas de este trastorno en concreto pueden estar en el mal uso de la voz, en el consumo de tabaco o una hidratación escasa entre otras… Para los problemas que produce la disfonía, existen varios tratamientos como por ejemplo:

• El conocimiento sobre el uso correcto de la voz, refiriéndose de esta manera al usar un tono correcto desde la infancia.
• Acudir a logopedas para la rehabilitación será clave para una pronta recuperación.

El más importante y para todos, es cuidar nuestra voz y evitar hablar de forma prolongada. Evita forzar tu voz y toma remedios como miel y limón para cuidar la irritación. Escúchate bien, transmite mejor.