Las manicuras permanentes y semipermanentes cada vez son más populares en los últimos años. Su decoración y acabado perfecto junto con la duración prolongada que tienen, frecuentemente son más asequibles tanto de forma económica como accesible por la formación que requiere. Este tratamiento se ha convertido en la manera de llevar siempre las manos en perfecto estado.

Sin embargo los dermatólogos han observado en sus consultas el otro lado de esta moda. Los ingredientes responsables de producir casos de dermatitis de contacto, son los acrilatos, componentes presentes en endurecedores, pinturas, lacas y materiales plásticos. Los daños a la piel, irritación, hinchazones, edemas y sensaciones de picor o ardor cutáneo, suelen ser patologías comunes tras el uso de estos productos, tanto en profesionales que se dediquen al sector, como en clientas que deseen estas manicuras.

Los especialistas reclaman a las autoridades sanitarias que elaboren una normativa la cual regule la venta de este tipo de cosméticos, informando de su composición e ingredientes, de forma que se consiga evitar o disminuir el aumento de enfermedades que atraen.